domingo, 6 de julio de 2014

Beth Gellert o la fidelidad de los canes



Traducción propia del cuento celta Beth Gellert, recogida en la obra Celtic Fairy Tales, de Joseph Jacobs. Espero que os guste.

Gellert era el perro de presa favorito del príncipe Llewelyn y había sido un regalo de su suegro, el Rey John. Era tranquilo como un cordero en casa; pero cazando, un león. Un día, Llewelyn se fue de caza y tocó el cuerno ante su castillo. Todos los otros perros acudieron a su llamada; no así Gellert. Por segunda vez tocó el cuerno, y esta vez con mayor fuerza, y llamó al can por su nombre, pero aún así el animal no se presentó. Al final, el príncipe Llewelyn se hartó de esperar y se fue a cazar sin Gellert. Ese día hizo poco deporte porque Gellert, el más raudo y atrevido de sus perros, no estaba allí.

Cuando volvió furioso al castillo, conforme llegaba a la puerta, vio a Gellert que brincaba en su dirección. Al acercarse el perro, el príncipe se sorprendió  al ver sangre en los labios y dientes del animal. Llewelyn hizo un movimiento nervioso hacia atrás y el animal se sentó a sus pies como si estuviera sorprendido o temeroso por el recibimiento de su amo.

El príncipe tenía un hijo pequeño de un año con quien Gellert solía jugar. En ese instante, por la mente de Llewelyn pasó una idea terrible que hizo que este corriera hacia el cuarto del bebé.  Como más se acercaba, más desorden y sangre había en las habitaciones. Entró como un rayo y encontró la cuna del lactante girada y embadurnada de sangre.

El Príncipe Llewelyn estaba cada vez más aterrorizado y buscaba a su hijo por todas partes. No solo no lo encontraba, sino que lo único que veía eran signos de una pelea en la que se había vertido mucha sangre. Con tristeza y enfado, el príncipe se convenció de que el perro había asesinado a su hijo e increpó al animal diciéndole:

-¡Monstruo! ¡Has devorado a mi hijo!

Desenvainó, entonces, su espada y la sumergió en el costado del animal, quien se desplomó profiriendo un profundo gañido y mirando fijamente a los ojos de su amo.

Cuando Gellert subió el volumen del sonido, el gritito de un bebé le respondió desde debajo de la cuna. El príncipe Llewelyn encontró allí sano y salvo a su hijo recién despertado del sueño.  Junto a él estaba el cuerpo de un gran lobo demacrado, hecho pedazos y cubierto de sangre. Era muy tarde cuando el príncipe comprendió lo ocurrido mientras él estaba cazando. Gellert se había quedado atrás para proteger al niño y había luchado contra un lobo y lo había asesinado cuando este había intentado comerse al heredero de Llewelyn.

En vano fue el pesar de Llewelyn, pues no podía devolver la vida a su fiel mastín. Fue enterrado fuera de los muros del castillo a la vista de la gran montaña de Snowdon, para que cualquier transeúnte pudiera ver su tumba, y levantó un túmulo pétreo. Desde entonces hasta ahora, este lugar ha sido conocido como Beth Gellert o la Tumba de Gellert.


File:Gelert's Grave.jpg
Imagen del supuesto lugar donde se encuentra Beth Gellert: Gelert's Grave, Beddegelert, Gwynedd, Gales (R.U.)