sábado, 4 de febrero de 2012

Los Duelos del Sadhill Saloon III

AQUÍ LLEGA LA TERCERA PARTE DE LOS DUELOS DEL SADHILL SALOON:

Desde su esquina, tanto Wyatt como Virgil miraban sin descanso de un lado a otro. Por su parte, Will, con las manos en cada una de sus armas, miraba hacia el frente, donde estaba la única mesa ocupada. En esta estaba la banda de McAusten, con Walt en diagonal a Mike, y, en sentido de las agujas del reloj lo seguían Jesse, James, Butch, Jack y John. Todos los miembros de este grupo de forajidos estaban en pie, esperando actuar al menor movimiento de cualquiera de los tres o a la orden de su jefe, Walt McAusten.

Ocultos tras la pared, Mike y Ned sacaron sendas escopetas y, con parsimonia, las amartillaron haciendo el mínimo ruido y, con sumo cuidado, se recolocaron. En estos momentos, ambos tiradores estaban apuntado hacia la mesa de los fuera de la ley. Poco faltaba par que la muerte pasara por aquel saloon de un pacífico pueblo de Arizona.

La tensión aumentaba con el paso del tiempo. A algunos les temblaban las manos; a otros, estas les sudaban. Sin embargo, ninguno se movía pues bien sabían que el menor movimiento significaría el inicio de la matanza. Entonces, Walt guiñó el ojo derecho dando la señal a sus hombres.

Instantáneamente, James, Jack y Billy asieron la culata de sus Colts y las sacaron de sus fundas, dispuestos a disparar. Al ver esto, cogieron Wyatt su peacemaker; Virgil, su Remington 1858; y Will, su Smith & Wesson No 3 y abrieron fuego justo antes de que los otros tres lo hicieran. El Manco hirió a James en la barriga. El sheriff, por su parte, dio a Jack en el brazo derecho, por lo que se tuvo que cambiar el arma de mano. Además, tras este disparo, Will saltó y se puso detrás de la barra para cubrirse. El Tísico, paralelamente a esto, da a Billy en el costado y, como cayó al suelo, le dieron por muerto.

Acto seguido, Walt y dos de sus hombres, John y Jack, el herido, abrieron fuego contra el espejo y las botellas de  detrás de la barra. Con un estrépito, estos se hicieron añicos, se precipitaron al suelo y Will fue herido por los trozos que cayeron.

Entonces, Mike, revelando su posición, abrió fuego contra Jesse cuando este iba a disparar a Virgil. La bala del Henry Rifle del tirador escondido impactó entre los ojos del forajido. Este fue el primer muerto. Sin embargo, el destino del Tísico era morir y un disparo de Butch le atravesó el corazón matándolo al instante. Paralelamente a esto, Will, el sheriff, se levantó de su posición y terminó la tarea inacabada con Jack y le mandó con Jesse. Pero dos disparos de Walt en el torso le dejaron en el suelo desangrándose. McAusten tiró el revólver vacio y, sacando otro con la mano derecha, disparó hacia Mike en el muslo, por lo que se escondió.Viendo  herido a su compañero, Ned vació su Coach Gun sobre John, que aun no había participado ya que su arma se le había encasquillado. Los certeros proyectiles del Tirador le entraron por el pecho, por lo que la herida fue fatal.

Desde el suelo y herido en el costado, Billy intentó levantarse y, al arrodillarse, descubrió que tenía a Ned a tiro mientras este cargaba su escopeta. Con celeridad cogió su Colt Dragoon, que estaba a dos pasos de él, y lo casi lo descargó completamente contra el antiguo escolta de la West & Fargo. Con esto, solo dos miembros del grupo del sheriff, Wyatt y Mike, seguían vivos. El segundo está herido y escondido y al primero le quedaba un Colt peacemaker en la cartuchera izquierda y cuatro balas en el otro. De la banda de McAusten solo estaban con vida Walt y los heridos Billy y James.

El Manco tenía controlados a McAusten y a James, que estaba reptando hacia su arma. Cuando la cogió, Wyatt demostró su velocidad matándole con un balazo entre los ojos antes de que el otro le pudiera apuntar. Entonces, al mirar a Walt, que sonreía, se oyó amartillar un arma y una bala atravesó el sombrero de Wyatt y este salió volando. Sorprendido, este vació su peacemaker sobre aquel que le había disparado, Billy, acelerando su cruce al otro mundo.

Ahora, además de Mike, que estaba herido y escondido, solo quedaban dos personas en pie en el Saloon de Sadhill. Dos cuyo duelo empezó treinta años atrás, con el asesinato de la mayoría de los miembros de una familia, del que solo sobrevivió un pobre niño que  se convirtió en uno de los mejores tiradores de la historia: Wyatt, el Manco.

La venganza del retoño huérfano estaba a punto de llegar. El infierno se había desatado y ya era hora de cerrarlo.

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