Algunos invitados habían preparado una sorpresa que consistía en hacer pequeños discursos en honor a la protagonista, C* S*. Sin embargo, él no se había enterado y tenía preparado uno y decidió que interceptaría el micrófono y lo pronunciaría. Cuando el camarero que llevaba el aparato de uno a otro, él se levantó; se lo quitó y empezó:
"Hoy hace ya 18 años que nació una gran persona"- empezó-."Hoy es el aniversario del nacimiento de una increíble mujer que irá detrás de un gran hombre, pues como ya se dijo: "Detrás de un hombre siempre hay una extraordinaria mujer"- hizo una pausa para darle más énfasis a la frase- "Hoy se celebra la venida al mundo de alguien cuya fidelidad y amistad no tiene limites; cuya manera de actuar es capaz de cambiar hasta a la peor persona que haya pisado este mundo; que puede, con un simple acto, palabra o mirada, levantar el ánimo o sacar de su miseria a aquel que se encuentre ahogado, necesitado o perdido"- paró unos segundo para beber agua y continuó-. " En este día, el primero de marzo, conmemoramos el advenimiento de aquella que puede hacer que el Sol salga y luzca un color increíblemente brillante aunque uno se encuentre en una gran tormenta. Hoy festejamos tu nacimiento, C* S*; hoy festejamos que, desde hace 18 años, tenemos entre nosotros a una de las personas más bellas que jamás haya habitado este planeta- hizo como si hubiera terminado y repentinamente dijo- "¡¡Muchísimas felicidades, C*!! ¡¡Muchísimas gracias por ser como eres, querida amiga, no cambies nunca!!"- y así concluyó, poniéndole una especial atención a esta última frase.
Dicho esto, se sentó, entregó el micrófono y se sintió a gusto consigo mismo. Al fin había podido expresar cómo la veía realmente.
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