En nuestro paso por esta tierra, nos
cruzamos con una infinidad de personas: al pasear por la calle, en el cine, en
la biblioteca y en otros lugares, pero una parte de estas pasa y su huella,
como la que dejamos al caminar por la playa, desaparece casi instantáneamente
-¡si es que han llegado a dejar!-. No obstante, hay otro grupo que deja
una marca imborrable que jamás se irá: estos son esos a quienes jamás olvidarás
y que, si un día lo hicieres, cuando vuelvas a cruzártelos, será como si ni un
solo día hubiera pasado desde la última vez que estuvisteis juntos. Otros, la
gran mayoría, son un término medio: es decir, dejan su rastro en uno, pero
conforme transcurre el tiempo, este se va borrando hasta quedar en nada: un
pequeño vestigio que al final del día solo se mantendrá si el contacto no se ha
perdido completamente.
Estos agradecimientos van dedicados a los
tres grupos: a los que ya han pasado y quizás no vuelva a verlos; a aquellos
que, en estos momentos, nuestras vidas han tomado una misma dirección y que
durante un tiempo, más largo o más breve, avanzaremos en un mismo barco
buscando llegar al mismo objetivo o que nuestros caminos se han juntado y que, durante una etapa más larga o más corta, caminaremos juntos; y a aquellos a
los que a día de hoy no conozco, ni sé sus nombres ni cómo son, pero sé que
entrarán en mi vida, ya sea fugazmente o de forma prolongada. Este
reconocimiento lo hago porque estoy seguro de que aquella huella, marca,
influencia que dejen en mi vida, junto a mis experiencias diarias, van
construyendo a la persona que soy. Porque gracias a vosotros, que si me leéis
significa que de alguna manera, pertenezco a uno de los tres grupos (como
mínimo al primero), soy como soy: aunque haya sido un simple rato charlando,
una semana caminando hacia Santiago, un tiempo en el extranjero, unas
semanas haciendo prácticas de conducir o unos años en la misma clase, de alguna
forma u otra me habéis enriquecido y, de corazón, deseo haber tenido un efecto
similar en vosotros. Para acabar, y adaptando la frase que dijo un profesor al
concluir un curso, "si no habéis sacado nada positivo en el tiempo pasado,
espero que al menos no hayáis perdido nada bueno" (la frase original era:
"si no habéis aprendido mucho en este curso, espero que, al menos, no
hayáis desaprendido nada", parafraseando a un profesor suyo de la misma casa,
la Universidad Pompeu Fabra).
¡Muchas gracias a todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario